Esta obra es una pausa emocional, un instante de recogimiento donde se honra la vulnerabilidad sin palabras. La escena, rodeada de elementos cotidianos como plantas, una lámpara y una pared desgastada, contrasta con la delicadeza de las flores, recordándonos que incluso en los momentos más simples, habita la belleza del sentir.
- Técnica: Acrílico sobre lienzo (tela)
- Tamaño: 100 x 80 cm